Castelldefels y los Piratas
Durante los siglos XVI y XVII, el mar Mediterráneo fue infestado por piratas y corsarios provenientes de diversas naciones. Estos audaces aventureros asaltaban ciudades costeras, saqueaban barcos mercantes y aterrorizaban a los habitantes de la región. El temor a los piratas era palpable en muchos pueblos y ciudades costeras, y Castelldefels no fue una excepción.
Los piratas en Castelldefels
Con su estratégica ubicación en la costa catalana, Castelldefels se convirtió en un objetivo atractivo para los piratas. Su cercanía al puerto de Barcelona y su ubicación privilegiada en las rutas que unían esta ciudad con las Islas Baleares, el levante español y el norte de África, hicieron de Castelldefels en un objetivo apetecible para hacerse con deseados botines y riquezas. Además, sus torres de defensa ofrecían un desafío para aquellos que buscaban infiltrarse en la ciudad.
Algunos de los primeros desembarcos piratas en Castelldefels documentados, explica el blog de historia de la población, serían los del 23 y 24 de febrero y el 4 de marzo de 1550. Antes, sin embargo, parecería que se habían producido algunos más y la población que pertenecía a la baronía de Eramprunyà, aquejada por la falta de protección, había dejado de pagar tributos para reivindicar defensa y exigir que se reconstruyera el Castillo de Fels y, así, disponer de refugio durante los ataques.
Los desembarcos piratas
Los desembarcos piratas en Castelldefels eran rápidos y sorpresivos y aunque no están todos documentados, se sabe que como mínimo se produjeron siete entre 1550 y 1600. Las naves piratas solían esconderse en las costas del Garraf para abordar a los barcos que salían o se dirigían cargados al puerto de Barcelona y, aunque la población de Castelldefels estaba algo retirada de la primera línea de mar, a menudo incursionaban en ella para robar víveres e, incluso, para llevarse personas que utilizaban para venderlas como esclavos en Turquía y en el norte de África.
Centro de interpretación de la historia de la piratería Castelldefels
Los desembarcos piratas en Castelldefels sembraban el miedo, pero los habitantes locales no se quedaban de brazos cruzados. Además de forzar la reconstrucción del Castillo de Fels – que finalmente ordenó el barón de Eramprunyà, financiando, eso sí, la reconstrucción del castillo a cargo del vecindario -, a medida que los ataques piratas se repetían, se establecieron medidas de defensa más sólidas, se fortalecieron las torres de vigilancia y muy probablemente se crearon patrullas de vigía.
Aunque los desembarcos piratas en Castelldefels disminuyeron con el tiempo hasta desaparecer, su legado sigue hoy vivo en del Centro de Interpretación sobre la Piratería ubicado en el castillo de la población y en las Fiestas del Mar del Castelldefels, en las que cada año, se escenifica un gran desembarco pirata en la playa con miles de espectadores a pie de arena siguiendo el espectáculo.